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martes, 28 de abril de 2015

ZONA NOROESTE: LLIRIA / MENORES/ DEPREDADORES: DARZEE



















* Ese mismo año 1979, en el que matan y violan a la niña de Benaguasil -citada en la entrada anterior-, sucede una agresión sexual bestial en la localidad de Lliria. Un hombre que se encontraba en el interior de una caseta de campo sita en las cercanías de la citada población, fue atacado por dos individuos que blandían armas blancas. Cita que los agresores eran posiblemente de etnia gitana. Estos individuos tras intimidar al hombre, procedieron a sodomizarlo -. No satisfechos con dicha acción y en un alarde de gran sadismo procedieron a clavarle un palo de grandes dimensiones en el recto. La víctima que sufrió enormes desgarros tuvo que ser intervenida quirúrgicamente en un hospital, a dónde llegó en estado muy grave.

De nuevo nos encontramos con otro caso más de agresión sexuales perpetrada con un gran sadismo y con introducción de objetos en el cuerpo de la víctima. Recordar los casos de Pinedo y Beniferri agresiones sexuales con resultado de muerte y salvaje introducción de objetos. Además del propio triple crimen de Alcásser, dónde también se repiten este tipo de acciones perversas y sádicas.






En esa comarca se repitieron toda una serie de casos relacionados con el abuso de menores. Algo totalmente “anormal”. Tratándose de una zona además especialmente “impactada” por los ecos del  cercano triple crimen de Alcásser. Sin embargo las hemerotecas nos demuestran que las actividades ílícitas con menores continuaban en pleno “apogeo”. 




*En el año 1994, La Guardia Civil desarticula una red de prostitución infantil que operaba en la zona de Lliria (Valencia), y ha detenido al menos a diez personas entre ellas familiares de las menores. Todo comenzó con el testimonio de una joven de 16, disminuida mental que trabajaba en un invernadero. Al parecer la chica reveló a su jefe que desde hacía cinco años, su familia le obligaba a prostituirse, vendiendo sus servicios a parejas estables de la zona. Tras concluir su relato, le suplicó protección, pues la niña estaba amenazada de muerte si contaba las prácticas a las que era obligada.
La menor era sometida a prácticas SADOMASOQUISTAS, al igual que otras SIETE menores, que eran llevadas  en automóvil desde su colegio o su residencia a viviendas
en automóviles a casa de los clientes, en su mayoría hombres de AVANZADA edad.

El titular del Juzgado de lnstrucción n° 4 de Llíria ha decreta do e secreto de sumario sobre el caso y ayer tomó declaración a varios de los presuntos implicados. Entre ellos se encuentran los padres de la menor que ha denunciado los hechos y una amiga de ellos que, al parecer, es la persona que organizaba la red de prostitución. Los padres de la joven fueron puestos ayer tarde en libertad condicional por el juez, con la obligación de presentarse en el juzgado cada 15 días

La Guardia Civil inició las investigaciones en las poblaciones de Llíria, Benaguasil, Pobla de Vallbona, Paterna y en Valencia capital tras la denuncia del propietario del invernadero donde trabajaba la joven disminuida.

Al parecer, la joven pidió protección al dueño del invernadero asegurando que sus familiares habían amenazado con matarla si contaba lo ocurrido, por lo que este hombre la acogió en su casa, grabó el testimonio de la chica en cinta de casete e inició algunas investigaciones.

Recordar que sólo dos años después (1996) como cité en otra entrada es desarticulada en Ribarroja –a sólo 13 kms de Lliria-  un entramado de producción gráfica con menores (incautadas 300 películas).

* En el año 1998 en esa misma comarca es desarticulada una trama en la que se prostituían a chicas menores de entre 14 y 17 años. En la operación son detenidos 14 vecinos de varias localidades (Lliria, Pobla de Vallbona y Benaguasil), con una media de edad de 60 años. Algunos clientes tenían hasta 80 años. Se les imputaban cargos por prostitución de menores, y abusos sexuales a seis adolescentes.

Desde hacía tres años las menores se prostituían en la zona, al parecer por su propia cuenta. La operación policial se inicia con el relato de una menor de 14 años la cual informó que mantenía relaciones íntimas DESDE LOS ONCE AÑOS con personas mayores los cuales le ofrecían dinero y regalos.
Al parecer esta actividad fue en aumento durante los años siguientes ampliándose la red de clientes y adolescentes implicadas que eran “captadas” por sus propias amigas, garantizándose así la “confidencialidad” de sus actividades. La localización de otra menor desaparecida –amiga de la anterior- , y reclamada por la Fiscalía de Menores, confirmó las sospechas.

Los hechos se remontan a principios de junio de 1996 y la investigación la inició la Guardia Civil de Llíria que, en esas fechas trasladó a la Colonia Sant Vicent Ferrer de Burjassot a dos hermanas, de 14 y 16 años, porque con un padre alcohólico en el paro y una madre enferma por su adicción a las drogas consideraban que la familia "no reunía las condiciones para hacerse cargo de las dos hermanas". Entonces ya existían sospechas de que las menores habían mantenido relaciones sexuales y se prostituían. La hermana mayor regresó a su domicilio cuando cumplió los 18 años, pero la menor seguía internada en régimen de protección. El pasado 24 de septiembre no regresó al centro tras un permiso, por lo que los responsables de menores de la Generalitat encargaron al Grupo de Menores de la Policía Autonómica que fuera a buscarla. Cuando la encontraron, los agentes hablaron con ella y les confesó ("de forma espontánea y voluntaria") que ella y sus amigas se prostituían. Después, los policías hallaron a una segunda menor, que estaba reclamada por la fiscalía de menores porque, supuestamente, había cometido pequeños delitos. Esta adolescente ratificó lo que había narrado su amiga y su declaración permitió localizar a otras cuatro menores, que ejercían la prostitución con los mismos adultos que ellas. Los contactos sexuales se realizaban en casas de campo, domicilios particulares y una pensión. "Nunca acudieron a clubes de alterne ni a locales en los que se ejerce la prostitución", matiza un responsable de la Policía Autonómica, que desde hacía tiempo "había escuchado que algunas menores del Camp de Túria ofrecían sus favores sexuales a cambio de una remuneración". La policía afirma que los contactos sexuales se produjeron "en numerosas ocasiones" en los últimos dos años. Tras lograr que las menores les diesen los nombres y apellidos de todos sus clientes, la Policía Autonómica realizó el pasado miércoles las 14 detenciones. Al estar llenos los calabozos de Llíria trasladaron a 13 acusados a la Jefatura Superior de Policía, donde pasaron la noche. Algunos acusados son vecinos de Benissanó, La Pobla de Vallbona y LEliana, pero la gran mayoría residen en Llíria.

Los clientes contactaban con las menores a través de un contestador automático, con datos en clave. Uno de los puntos de encuentro era la estación de metro de Lliria. Las relaciones se consumaban en pisos, chalets y hostales. Los padres de las menores eran desconocedores de tales hechos.
Se investiga la posible existencia de más menores implicadas en los hechos, que por temo o vergüenza no han denunciado los hechos.
El juez dejó en libertad a los inculpados. Las seis adolescentes le habían facilitado a la Policía Autonómica los nombres de estos 14 pequeños empresarios  y constructores, muchos con los 60 años cumplidos, que fueron detenidos el pasado miércoles.

Los vecinos de algunas de estas menores, casi todas residentes en Llíria, explicaban ayer que habían dado la voz de alarma en repetidas ocasiones sobre la "promiscuidad sexual" que mantenían. "Entraban en los bares, se acercaban a los clientes y con mucho desparpajo se insinuaban y hasta les decían que les iban a cobrar menos que las otras", recordaba ayer un vecino. Tres de estas adolescentes son hermanas. La mediana está embarazada. Las jóvenes y sus padres rehusaron hacer declaraciones. La gran mayoría de las menores viven en hogares desestructurados, con gran precariedad económica, bajo nivel cultural y problemas de alcoholismo, toxicomanías y desempleo. Una de estas menores fue internada en un centro de protección hace dos años junto a su hermana ya que sus padres las tenían totalmente desasistidas. Una adolescente estaba reclamada por la fiscalía y otra consumía drogas.


*En Lliria también será detenido un vecino de esa localidad. Un auténtico agresor sexual en serie.
Un vecino de Llíria de 40 años, ingresó ayer en prisión por orden del juez de Instrucción número 1 de Llíria, en funciones de guardia, acusado de violar a OCHO prostitutas del centro de Valencia a lo largo de los últimos cinco años. Su detención ha sido posible por el trabajo conjunto de los investigadores del Equipo Mujer-Menor (Emume) y de un especialista en perfiles criminales del laboratorio de criminalística de Valencia



violador múltiple de Lliria saliendo juzgados (Levante-EMV)


El sospechoso comenzó a actuar en 2007. En todos los casos, acudió al barrio de Velluters, en Valencia, llegada la noche. Recorría el barrio y elegía a sus víctimas en función de su vulnerabilidad: las menos vigiladas, las más aisladas, las menos corpulentas.
Tras pactar el servicio, ponía el coche en marcha y se alejaba. En un primer momento, todo parecía normal, pero, cuando la mujer estaba desnuda y se había confiado, atacaba. Las ataba -con bridas-, las amenazaba con un cuchillo, las violaba y luego las abandonaba en zonas descampadas, primero de Valencia y en las ocasiones siguientes, de distintos municipios del Camp de Túria, sobre todo de la Pobla de Vallbona y Bétera. Antes de dejarlas ir, les arrebataba el bolso.





Una de las bases de la investigación ha sido el ADN obtenido a partir del semen del ahora arrestado, que dejó en cada uno de los ocho escenarios del delito. Y en cada uno de ellos, la Policía Nacional y la Guardia Civil enviaron a sus respectivos laboratorios las muestras: en todas aparecía el mismo perfil genético

Hace apenas diez días, y gracias, entre otras cosas, al cruce de datos de matrículas a partir de los detalles ofrecidos por algunas de las víctimas, llegaron a un nuevo sospechoso: un electricista de Llíria, actualmente en paro, casado, padre de dos hijos y con una aparente vida ordenada. Un buen candidato. Tras hacerse con un par de muestras de su ADN, lo enviaron de nuevo a Madrid. El viernes, el sistema de cotejo automático halló la coincidencia: el presunto violador en serie estaba identificado. Un día más tarde, el sábado por la mañana, la Guardia Civil lo detenía en su domicilio. Nadie sabía nada de su doble vida.





La utilidad de la perfilación criminal en casos reales (Valencia)

La identificación del presunto violador de las ocho prostitutas -los investigadores creen que puede haber más mujeres que no han denunciado e incluso algún intento fallido- a partir, entre otros elementos, del perfil geocriminal no es una novedad en la Comandancia de Valencia. Se utilizó por primera vez en el asesinato de Mari Carmen O., la vecina de Pedralba violada y asesinada por un joven en mayo de 2009 en su casa de Pedralba. En esa ocasión, el perfil cerró el círculo de candidatos y acotó el número de perfiles genéticos aislados por la Guardia Civil. La precisión fue tal, que, cuando fue identificado el presunto autor, se comprobó que era el primero de esa lista. En esta ocasión, el trabajo del especialista ha consistido en delimitar el perfil a partir de lo que recuerdan las víctimas -cómo hablaba, qué contaba, grado de violencia, objetos del interior del coche, etc...-, así como del estudio del terreno -dónde las recogía, dónde las dejaba, vías de entrada y salida,...-. El peor escollo, la ausencia absoluta de un patrón de conducta y el tiempo transcurrido entre unas violaciones y otras.

En Llíria no se lo creen. A los vecinos no les cuadra como ese hombre «educado, buen padre de familia, tranquilo y trabajador» puede ser un violador en serie. El mismo que el sábado fue arrestado por la Guardia Civil y ayer ingresó en prisión por orden judicial.
Su perfil criminal cuadra de lleno con el delincuente de doble vida, la persona de dos caras, una conocida y otra oscura, reservada para sí mismo y para sus víctimas. Lobo y cordero bajo una misma piel.

Trabajaba en una empresa de la Pobla de Vallbona. Es en esta localidad y en municipios cercanos de Camp de Turia como Ribarroja o Bétera donde, según la investigación, abandonaba a sus víctimas tras forzarlas. Nunca las llevó a Llíria. Como cualquier otro criminal en serie, esa era su zona de seguridad, su guarida, aquella en la que llevaba su otra vida de «padre y marido perfecto», como lo define una comerciante.


*Otra terrible historia relacionada con Lliria. En este caso una de las mayores redes de depredadores, pederastas, que traficaban con el material en Internet, desarticulada en nuestro país en 2007.(Operación Saturno)

(Revista interviú)
“Unos doscientos niños acudieron el pasado verano a un campamento situado en Lliria, a treinta kilómetros de Valencia. Los pequeños, de entre seis y catorce años, estaban a cargo de un encantador estudiante de tercero de Magisterio, muy popular en Valencia debido a sus apariciones en fiestas infantiles, para las que se caracterizaba como mago o como payaso. Gabriel J. pasaba su vida entre niños: animador, monitor de campamentos, profesor de educación infantil, canguro por horas... Por eso, cuando la policía registró su domicilio, encontró en su ordenador miles de imágenes de niños: niños azotados por él mismo, alumnos de su campamento a los que el propio Gabriel fotografiaba mientras dormían tras retirarles la ropa... Todo un filón de material pornográfico infantil, en gran parte producido por él mismo. Para sus alumnos y los padres de sus alumnos era Gabriel. En los foros de pedofilia era Darzee.
En esos foros también eran frecuentes las apariciones de Ethex, un individuo al que todos creían pediatra y que incluso daba consejos médicos para preservar la salud de los niños. Ethex era en realidad Javier G. D., un informático de 21 años que había trabajado como monitor de campamentos infantiles, trabajo que había mantenido incluso después de haber sido detenido por la policía en noviembre de 2005, acusado de distribución de pornografía infantil.
Ethex y Darzee, Javier y Gabriel, formaban parte, como Todd, Aza y Nanysex, de la élite de la pederastia en internet. Eran individuos que distribuían en la red las producciones que ellos mismos realizaban, abusando de menores, aprovechando su condición de monitores o canguros, trabajos que les posibilitaban estar en estrecho contacto con niños.
Precisamente, fue el detallado análisis del material intervenido a Todd, Aza y Nanysex lo que posibilitó las detenciones de estos nuevos pederastas. La operación Kova, desarrollada en mayo de 2005 por agentes de la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía (BIT), supuso el arresto de tres individuos, acusados de violar a varios menores de entre uno y nueve años y de distribuir sus delitos en la red.”

 Se escondía bajo el nick de Darzee y tenía varias direcciones de correo electrónico, correspondientes a proveedores como hot mail, ono y yahoo. Los primeros datos acerca de este individuo señalaban que vivía en Valencia y que realizaba sus propias producciones, grabando los abusos a los que sometía a sus víctimas, aprovechándose de las facilidades que le ofrecía su trabajo como canguro al cuidado de niños. En varios de los vídeos que intercambiaba en la red, aparecía bajando los pantalones a pequeños de entre seis y doce años y azotándoles, diciéndoles que eso “era un castigo” y que más tarde tendrían “un premio”. Otro de los vídeos encontrados en poder de Ethex y que procedía de Darzee mostraba a éste organizando una obra de teatro en un colegio, lo que hizo pensar a los investigadores que se trataba de un profesor de educación infantil. Además, su correo electrónico estaba en el Ayuntamiento de Alacuás (Valencia), ofreciéndose como animador infantil, mago, payaso o papirofiéxico.




La policía identificó plenamente a Darzee como Gabriel J. C., de 28 años, nacido y residente en Valencia, y le detuvo cuando llegaba a su casa, donde convivía con su madre. Tras su detención, la policía averiguó que Gabriel había cursado hasta tercer curso de Magisterio y había llegado a realizar prácticas en un colegio CATÓLICO de Valencia, donde se encargaba de cuidar el patio y de auxiliar a los profesores de educación infantil. Además, ha trabajado como payaso, mago y animador de fiestas infantiles. El pasado mes de julio organizó un campamento en Lliria, a treinta kilómetros de Valencia, al que asistieron cerca de doscientos niños. De hecho, es titular de tres dominios de internet relacionados con campamentos y distintas actividades de recreo para niños de entre seis y catorce años.

Gabriel Jordá negó todos los hechos que se le imputaban y no colaboró con los agentes que le detuvieron. Pese a ello, los policías encontraron todo un arsenal de pornografía infantil en su ordenador: miles de archivos, una buena parte de los cuales tienen contenido sádico (golpeando y torturando a menores).

Pues bien, este “individuo” salió de prision a los TRES MESES y se fugó del país (pues no le fue retirado el pasaporte). Finalmente fue detenido en Guatemala en un “orfanato” dónde trabajaba con una ONG como profesor de niños huérfanos y maltratados...

Su detención fue “rocambolesca”. Una voluntaria catalana que trabajaba en el orfanato al regresar a España, leyó un reportaje en la revista interviú, dónde aparecían las fotos del pederasta. Rápidamente dio aviso a los responsables de la ONG.
 Esa fue la espita que puso en marcha una operación en la que participaron Interpol, la Embajada española en Guatemala y la Policía Nacional guatemalteca. Los agentes de Interpol comprobaron que no había una orden de detención internacional contra el pederasta, pese a que cuatro días antes el Juzgado número 9 de Valencia había dictado una orden de ingreso en prisión sin fianza contra él. Los agentes españoles destinados en la delegación diplomática sugirieron que la mejor manera de ponerlo a disposición de la justicia española era expulsándolo, al encontrarse en situación irregular en Guatemala.

Los agentes se llevaron de Casa Guatemala todo el material electrónico que manejaba Gabriel J. : un ordenador portátil Apple y una cámara fotográfica. Esos dispositivos viajarán a España con el fugitivo y serán analizados por la policía para ver si contienen material de pornografía infantil.

Finalmente fue condenado a 6 años de prisión, que cumple en el módulo de enfermería de la cárcel de Picassent, alejado de reclusos peligrosos.




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